La Cámara de Comercio y Tecnología México-China advirtió que la medida podría generar incertidumbre y poner en “punto de espera” posibles inversiones. Marcas como BYD y Tesla, que importan sus vehículos eléctricos desde China, serían las más afectadas, lo que podría encarecer significativamente la oferta de electromovilidad en el país. Por ejemplo, un modelo como el BYD Dolphin Mini podría pasar de 399,800 pesos a más de 500,000 pesos.

Por otro lado, fabricantes como Great Wall Motor (GWM) han reafirmado su compromiso a largo plazo con México, indicando que su permanencia es “firme” independientemente del resultado.

Pedro Albarrán, director general de GWM en el país, declaró: “Continuaremos invirtiendo, creciendo y fortaleciendo cada una de nuestras relaciones estratégicas”.

La medida también es vista como una oportunidad para que las empresas mexicanas fabriquen y distribuyan productos que actualmente se importan, aunque especialistas como Juan Alberto Vázquez de la BUAP advierten que la protección será limitada si no se acompaña de incentivos para la producción nacional.