La industria acerera mexicana enfrenta severas afectaciones por los aranceles impuestos por Estados Unidos, una medida que el sector considera perjudicial para la cadena de suministro regional y que busca sea eliminada en el marco de la revisión del T-MEC. Representantes del sector, como Guillermo Vogel, vicepresidente del consejo global de Tenaris, han señalado que la aplicación de aranceles del 50% ha causado un daño significativo. La industria argumenta que es necesario convencer a la administración de Trump de que eliminar estas tarifas permitiría fortalecer el bloque comercial de Norteamérica frente a la competencia de países asiáticos. Vogel destacó una particularidad del comercio siderúrgico con México: “es el único país con que el que Estados Unidos tiene un superávit, mientras que todo el resto del mundo tiene un déficit en el acero”.
Esta situación, según la industria, presenta una “enorme oportunidad para complementar las dos industrias y hacer las dos industrias crecer”.
A pesar del respaldo del gobierno mexicano, las negociaciones se han complicado debido a que Estados Unidos mantiene conversaciones comerciales simultáneas con múltiples países, lo que resta foco al impacto regional específico con México.
La persistencia de estos aranceles, aplicados bajo la sección 232 por motivos de seguridad nacional, es uno de los temas más álgidos en la antesala de la revisión del T-MEC, ya que contraviene directamente los principios de libre comercio del acuerdo.
En resumenEl conflicto en el sector del acero ejemplifica una de las mayores tensiones dentro del T-MEC: el uso de argumentos de seguridad nacional por parte de Estados Unidos para imponer aranceles que, en la práctica, funcionan como barreras proteccionistas. La resolución de este tema es crucial para la integración y competitividad de la cadena de suministro de Norteamérica.