Para las bebidas saborizadas, el aumento al IEPS podría ser de hasta un 87%, extendiéndose también a las bebidas light. La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), presidida por Cuauhtémoc Rivera, alertó que estas medidas ponen en riesgo a 60,000 pequeños negocios y 120,000 autoempleos, además de provocar una caída de hasta 15% en las ventas de productos que son clave para su economía. Por su parte, el Consejo Nacional de la Industria Tabacalera (Conainta) argumentó que la medida incentivará el contrabando, que ya representa el 20.4% del mercado, y beneficiará al crimen organizado. La Asociación Mexicana de Bebidas (MexBeb) señaló que el alza de precios afectará desproporcionadamente a los hogares de menores ingresos y podría provocar la pérdida de 150,000 empleos. Los críticos de la medida recuerdan que el impuesto similar de 2014 no logró reducir el consumo de forma significativa, pero sí incrementó la informalidad y la evasión fiscal.