El temor a una renegociación formal, en lugar de una simple revisión técnica, es palpable. Kenneth Smith, exjefe negociador del T-MEC, advirtió que aunque no ve un "riesgo inminente de ruptura", la turbulencia y las amenazas continuarán, exigiendo una respuesta coordinada entre el gobierno y el sector privado para defender los intereses de la región de Norteamérica.