El gobierno de Claudia Sheinbaum parece tener poco margen de maniobra, ya que, como señaló un analista, "el país está obligado a llegar a las próximas negociaciones del T-MEC con evidencias claras respecto a las peticiones que le ha formulado su socio más importante".

La disputa no se limita a bienes de consumo; la tecnología es un campo de batalla clave. China ha ordenado a sus gigantes tecnológicos no comprar chips de inteligencia artificial de Nvidia, mientras que Estados Unidos ha respondido con investigaciones antimonopolio y restricciones a empresas como Huawei y TikTok. Este conflicto ha llevado a empresas como Pop Mart a buscar mercados alternativos como México, a pesar del riesgo de nuevos aranceles.

La situación global obliga a las empresas a diversificar sus cadenas de suministro, un fenómeno que beneficia al nearshoring en México pero que también lo expone a las represalias y presiones de las dos mayores economías del mundo.