Esta diferencia obliga a la empresa alemana a pagar un arancel del 25%, sumado al 2.5% que ya cubría previamente.

Fernando Martínez, director de Relaciones Corporativas de Audi México, reconoció la magnitud del problema en una entrevista, afirmando: “No solo es localizar, sino también hay que cumplir con las reglas de origen. Es decir, esas partes que entregan deben cumplir con los estándares, y ahí es donde estamos trabajando con los proveedores”. La situación es crítica para la planta poblana, ya que es la única que Audi opera en el continente americano, lo que limita sus alternativas para mitigar el impacto. La compañía está trabajando activamente para integrar más proveeduría regional, especialmente en componentes de alto valor, y ha puesto su mirada en la renegociación del T-MEC en 2026 con la esperanza de que se establezcan nuevos criterios que faciliten el cumplimiento.