La planta de Audi en San José Chiapa, Puebla, enfrenta una crisis comercial debido a un arancel del 27.5% impuesto por Estados Unidos a su modelo Q5. La sanción se debe al incumplimiento de las reglas de origen del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), lo que evidencia los desafíos de la integración regional para la industria automotriz de lujo en México. El conflicto se origina porque las camionetas Q5 ensambladas en Puebla solo alcanzan un 62% de Valor de Contenido Regional (VCR), cuando el T-MEC exige un mínimo del 75% para que los componentes provengan de América del Norte y así evitar aranceles.
Esta diferencia obliga a la empresa alemana a pagar un arancel del 25%, sumado al 2.5% que ya cubría previamente.
Fernando Martínez, director de Relaciones Corporativas de Audi México, reconoció la magnitud del problema en una entrevista, afirmando: “No solo es localizar, sino también hay que cumplir con las reglas de origen. Es decir, esas partes que entregan deben cumplir con los estándares, y ahí es donde estamos trabajando con los proveedores”. La situación es crítica para la planta poblana, ya que es la única que Audi opera en el continente americano, lo que limita sus alternativas para mitigar el impacto. La compañía está trabajando activamente para integrar más proveeduría regional, especialmente en componentes de alto valor, y ha puesto su mirada en la renegociación del T-MEC en 2026 con la esperanza de que se establezcan nuevos criterios que faciliten el cumplimiento.
En resumenEl incumplimiento del Valor de Contenido Regional del T-MEC ha resultado en un costoso arancel para el Audi Q5 exportado a Estados Unidos, afectando la competitividad de la planta de Puebla. La empresa busca activamente aumentar su proveeduría local y negocia con gobiernos para mitigar el impacto, con la esperanza puesta en la revisión del tratado en 2026.