Ante la inminente revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) programada para 2026, el sector empresarial mexicano ha comenzado a movilizarse para defender sus intereses y fortalecer la competitividad regional. Organismos como la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) y la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) han destacado la importancia de este proceso, considerándolo una oportunidad para reafirmar a México como un socio estratégico y confiable en América del Norte. La principal preocupación radica en la posibilidad de que la revisión se convierta en una renegociación formal, especialmente en un entorno político marcado por el proteccionismo. Kenneth Smith, exjefe negociador del T-MEC, señaló que aunque no ve un riesgo inminente de ruptura, anticipa turbulencia y amenazas por parte de la administración de Donald Trump.
En este contexto, la alianza entre México y Canadá se considera fundamental.
Canacintra ha puesto un enfoque particular en el capítulo 25 del tratado, dedicado a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), buscando que se evite la imposición de nuevos aranceles a productos clave como autopartes, acero y aluminio. Por su parte, COPARMEX ha subrayado la necesidad de que México genere “certeza, confianza y estabilidad” para aprovechar las oportunidades del nearshoring y atraer inversiones. El tratado, con un valor comercial trilateral de 2 billones de dólares, es vital para la economía mexicana, ya que más del 80% de sus exportaciones se dirigen a Estados Unidos.
En resumenLa revisión del T-MEC en 2026 es un evento crucial para la economía mexicana. El sector empresarial se está organizando para participar activamente en las consultas, con el objetivo de proteger sectores clave de posibles nuevos aranceles y fortalecer la posición de México como un socio comercial indispensable en Norteamérica, en un clima de potencial incertidumbre política.