Esta particularidad, según Vogel, representa “una enorme oportunidad para complementar las dos industrias y hacer las dos industrias crecer”.

La imposición de aranceles desde junio ha causado “fuertes afectaciones” al sector en México, y se advierte que el daño podría ser mayor si la situación se prolonga. La industria mexicana, que se siente cobijada por el gobierno nacional, percibe que la atención de Estados Unidos está dispersa en negociaciones con múltiples países, lo que resta foco al impacto regional de esta medida. Por ello, insisten en la necesidad de plantear la importancia estratégica de la cadena acerera norteamericana como un frente común. La prórroga de 90 días otorgada por Estados Unidos mantiene en vilo al sector, que sigue pagando un arancel del 50% en acero, además de otros gravámenes en sectores como el automotriz.