La industria siderúrgica de México ha hecho un llamado enérgico a Estados Unidos para que reduzca los aranceles del 50% impuestos al acero mexicano, argumentando que la medida es crucial para fortalecer la cadena de suministro regional y competir eficazmente contra China. Líderes del sector, como Guillermo Vogel, vicepresidente del consejo global de Tenaris, sostienen que la eliminación de estas barreras comerciales permitiría una mayor complementariedad entre las industrias de ambos países, beneficiando a toda Norteamérica. El argumento central de la industria mexicana es que México es el único país con el que Estados Unidos mantiene un superávit en el comercio de acero, mientras que con el resto del mundo presenta un déficit.
Esta particularidad, según Vogel, representa “una enorme oportunidad para complementar las dos industrias y hacer las dos industrias crecer”.
La imposición de aranceles desde junio ha causado “fuertes afectaciones” al sector en México, y se advierte que el daño podría ser mayor si la situación se prolonga. La industria mexicana, que se siente cobijada por el gobierno nacional, percibe que la atención de Estados Unidos está dispersa en negociaciones con múltiples países, lo que resta foco al impacto regional de esta medida. Por ello, insisten en la necesidad de plantear la importancia estratégica de la cadena acerera norteamericana como un frente común. La prórroga de 90 días otorgada por Estados Unidos mantiene en vilo al sector, que sigue pagando un arancel del 50% en acero, además de otros gravámenes en sectores como el automotriz.
En resumenLa industria del acero en México considera que los aranceles del 50% impuestos por Estados Unidos son contraproducentes para la competitividad de Norteamérica. El sector aboga por la eliminación de estas tarifas para fomentar una cadena de suministro regional más fuerte y unificada, capaz de hacer frente a la competencia de mercados como el chino, en lugar de debilitarse con disputas comerciales internas.