La administración del presidente Donald Trump ha impuesto una nueva tarifa de 100,000 dólares a las solicitudes de visa H-1B, una medida que amenaza con impactar desproporcionadamente al sector tecnológico y a las startups estadounidenses. Esta política, que encarece drásticamente la contratación de talento extranjero calificado, ya está generando una fuerte reacción en Silicon Valley y en países como India, principal fuente de estos trabajadores. La nueva tarifa, que se aplicará únicamente a nuevos solicitantes y no a renovaciones, podría costar a las empresas estadounidenses un estimado de 14 mil millones de dólares anuales. La visa H-1B es un pilar para la contratación de profesionales en áreas como informática, ingeniería y salud. Los artículos señalan que la medida perjudicará especialmente a las startups, que carecen de los recursos de las grandes corporaciones para absorber dichos costos. Alexandre Lazarow, socio gerente de Fluent Ventures, afirmó que una tarifa de 100,000 dólares “perjudica desproporcionadamente a las startups en etapa inicial”.
Como respuesta, gigantes tecnológicos como Microsoft, Amazon y Google han aconsejado a sus empleados extranjeros no realizar viajes internacionales debido a la incertidumbre.
La política ya está impulsando debates sobre la deslocalización de empleos (offshoring), un resultado contrario al objetivo declarado de la administración de fomentar la contratación de trabajadores estadounidenses. Garry Tan, director ejecutivo de Y Combinator, calificó la decisión como un “enorme regalo para todos los centros tecnológicos extranjeros”.
En resumenLa nueva tarifa de 100,000 dólares para visas H-1B en EE.UU. representa un duro golpe para la industria tecnológica, especialmente para las startups, que dependen del talento extranjero. La medida podría frenar la innovación, incentivar la deslocalización de empleos y afectar la competitividad estadounidense en el sector tecnológico global.