Esta medida, aunque no es un arancel sobre bienes, funciona como una barrera económica que impacta severamente a los sectores tecnológico y financiero de Estados Unidos, que dependen en gran medida del talento extranjero.
Empresas como Goldman Sachs, Morgan Stanley, Amazon, Microsoft y Apple, que se encuentran entre las mayores usuarias de este tipo de visa, enfrentarán dificultades y costos descomunales para contratar personal especializado. Un analista de Aptus Capital Advisors LLC señaló que “los bancos pueden tener el mayor obstáculo a superar”, ya que las empresas tecnológicas a menudo reportan una rentabilidad récord que las hace más resistentes al cobro. La medida perjudica desproporcionadamente a las startups, que carecen de los recursos para absorber el costo y dependen del talento global para escalar. Como consecuencia, expertos y empresarios prevén que la medida desincentivará la contratación en EE. UU. y podría impulsar la deslocalización de empleos. Para México, esto podría representar una oportunidad, ya que podría convertirse en un hub tecnológico atractivo para empresas que busquen mantener talento en la región de Norteamérica sin incurrir en los nuevos costos. Emmanuel Loo, subsecretario de Inversión de Nuevo León, proyecta que el estado podría generar hasta 20,000 empleos en el sector tecnológico en los próximos años como resultado directo de esta política estadounidense.













