La aplicación de un arancel del 50% por parte de Estados Unidos a las importaciones de acero y aluminio provenientes de México desde el 4 de junio ha comenzado a generar efectos tangibles en la economía nacional, elevando los costos de producción en diversas industrias. Aunque algunos sectores, como el de fundición automotriz, no han visto una disminución en la demanda, sí han experimentado un "ajuste" de precios que varía según la pieza y el fabricante. Guillermo Ibáñez, presidente del Clúster de la Fundición, señaló que la demanda de sus servicios, destinados en un 70% a la industria automotriz, se ha mantenido fuerte porque la producción de vehículos no disminuyó como se esperaba. Sin embargo, confirmó que las tarifas sobre la materia prima han obligado a un alza en los precios de las autopartes fabricadas con estos metales.
El impacto no se limita a la industria pesada; también afecta directamente al consumidor final.
Un análisis citado por el Wall Street Journal reveló que el costo de una lata de aerosol de aluminio, utilizada en productos como la crema batida, ha aumentado un 50%, pasando de 0.18 a 0.27 dólares solo por el metal.
Esto encarece alimentos enlatados y otros bienes de consumo masivo.
Analistas económicos advierten que, aunque las exportaciones mexicanas han seguido creciendo porque los aranceles "no se están cobrando al pie de la letra", existe un riesgo latente.
Jesús Anacarsis López, de Banco Base, advirtió que si Estados Unidos decide aplicar las tarifas de manera más agresiva, "obviamente eso puede poner en peligro el crecimiento de México o le va a llevar a una recesión".
En resumenEl arancel estadounidense del 50% al acero y aluminio mexicano ha incrementado los costos en la industria automotriz y de bienes de consumo, como alimentos enlatados. Aunque la demanda en algunos sectores persiste, los analistas advierten de un grave riesgo de recesión para México si las tarifas se aplican de forma más estricta.