El gobierno mexicano argumenta que el objetivo es corregir el creciente déficit comercial que mantiene con algunos países, el cual ha aumentado un 83% en los últimos cinco años, una situación calificada por Ebrard como insostenible.

Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum descartó un posible conflicto, afirmando que se busca una balanza económica positiva sin romper relaciones.

Como respuesta, el Ministerio de Comercio de China anunció el inicio de una investigación formal sobre las medidas comerciales restrictivas de México, la cual podría durar hasta seis meses. La Secretaría de Economía de México respondió que todas las decisiones son soberanas, respetan los límites de la Organización Mundial de Comercio y reiteró la invitación a una delegación del gobierno chino para continuar el diálogo.