La imposición de aranceles del 50% por parte de Estados Unidos al acero y aluminio de México ha desencadenado una severa crisis laboral en la frontera norte, con despidos masivos en la industria maquiladora y una creciente incertidumbre económica. Esta medida proteccionista, implementada por la administración de Donald Trump, ha afectado directamente la competitividad de las exportaciones mexicanas y ha provocado una reestructuración forzada en empresas clave. La situación es particularmente grave en ciudades como Piedras Negras y Ciudad Acuña, en Coahuila, donde compañías como Rassini y Fujikura han notificado el despido de cientos de empleados. En Acuña, la maquiladora Arneses y Accesorios S.A. de C.V.
ha acumulado casi 4,000 despidos en el último mes.
El impacto económico es inmediato y severo; según Héctor Rodríguez López, expresidente de la Confederación de Cámaras de Comercio de Coahuila, la pérdida de mil empleos con un sueldo promedio de 15,000 pesos mensuales significa que “se han perdido 15 millones de pesos que ya no circularán en la economía de Piedras Negras”. Alejandro Ruiz Rueda, presidente de INDEX Coahuila Norte, insistió en que los aranceles estadounidenses son la causa directa de esta ola de despidos. La industria de la fundición, que destina cerca del 70% de sus servicios al sector automotriz, también ha resentido el impacto a través de un alza en los precios de la materia prima, aunque la demanda de sus servicios se ha mantenido estable. La situación subraya la vulnerabilidad de la economía fronteriza ante las políticas comerciales de su principal socio y ha motivado a legisladores locales, como Luis Emilio Rosas Montiel, a proponer medidas para fortalecer la industria local y mitigar los efectos de la volatilidad internacional.
En resumenLos aranceles estadounidenses al acero y aluminio han provocado una crisis de empleo significativa en la frontera de Coahuila, afectando a miles de trabajadores de la industria maquiladora. La medida ha encarecido los costos de producción y generado una profunda incertidumbre económica, evidenciando la dependencia del sector exportador mexicano de las políticas comerciales de Estados Unidos.