Por su parte, Zeekr, otra firma de lujo, ha manifestado que considera “amortiguar una parte del arancel” para mantener sus precios atractivos.

Esta estrategia demuestra que las automotrices chinas no ven los aranceles como un freno insuperable, sino como un costo de negocio que pueden gestionar para penetrar en un mercado clave. Su apuesta es que la propuesta de valor, basada en la relación equipamiento-precio, será suficiente para convencer a un público que tradicionalmente asocia el lujo con marcas europeas.