El secretario Ebrard justificó la medida como una defensa comercial necesaria para contrarrestar un déficit con países como China, Corea del Sur e India que, según afirmó, creció un 83% entre 2020 y 2024. “Nuestro argumento es comercial”, sentenció Ebrard, subrayando que la inacción podría costar al país 320,000 empleos directos solo en la industria automotriz, un pilar de la economía nacional. La balanza comercial desfavorable ya ha dejado una profunda herida en el mercado laboral, con 130,000 puestos de trabajo perdidos en las industrias textil y del calzado. Sumados al riesgo automotriz, el total de empleos amenazados o ya perdidos alcanza los 450,000. Los sectores que serían protegidos por este escudo incluyen el automotriz, textil, calzado, acero y electrodomésticos.

A pesar de la postura defensiva, el gobierno mexicano ha aclarado que la decisión no responde a presiones externas ni a criterios geopolíticos, sino a un "legítimo interés nacional". Para asegurar el cumplimiento de las normativas internacionales, México ya ha iniciado un proceso de consultas en el marco de la OMC con las naciones que podrían resultar afectadas.

“No nada más es China, está Corea del Sur, está la India.

Tenemos que escucharles, ver cuáles son sus argumentos y exponer los nuestros”, explicó el secretario.