Estas medidas buscan obtener exenciones arancelarias y alinear sus operaciones con la agenda proteccionista de la Casa Blanca. Pfizer fue la primera compañía en anunciar un acuerdo formal, comprometiéndose a una inversión de 70 mil millones de dólares para fortalecer la fabricación de fármacos en EE. UU. y a reducir los precios de todos sus medicamentos de prescripción en el programa Medicaid. A cambio, el presidente Trump le concedió a la empresa un período de gracia de tres años, durante el cual quedará exenta de los aranceles. Siguiendo una línea similar, AstraZeneca anunció que venderá medicamentos para la diabetes y el asma directamente a pacientes sin seguro con descuentos de hasta el 70% sobre los precios de lista. Por su parte, el fabricante francés Sanofi ofrecerá suministros mensuales de sus productos de insulina por 35 dólares a todos los pacientes en EE. UU. con receta válida, independientemente de su situación de seguro.

Estas acciones han sido bien recibidas en Wall Street, donde las acciones de Pfizer, Eli Lilly y Merck subieron entre un 2% y un 7% tras los anuncios, ya que los inversores interpretan los acuerdos como un alivio a la incertidumbre que pesaba sobre el sector.