En una reunión con líderes empresariales del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), se acordó trabajar de manera conjunta en un diagnóstico amplio sobre el tratado. Francisco Cervantes, presidente del CCE, señaló que la revisión es una “oportunidad para consolidar la competitividad y fortalecer la integración de las cadenas productivas en América del Norte”. Los sectores consultados abarcan desde la industria automotriz (vehículos ligeros y pesados), aeroespacial y farmacéutica, hasta la agroindustria, energía y servicios financieros.

Paralelamente, se realizarán foros en las 32 entidades federativas.

Este proceso de consulta abierta contrasta con negociaciones anteriores, donde la participación del sector privado se limitaba a un “cuartito de junto” con representación reducida. La revisión del T-MEC es vista como un factor de incertidumbre por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) y la Bolsa Institucional de Valores (Biva), quienes advierten que podría frenar la inversión y las ofertas accionarias hasta que haya mayor claridad. La industria automotriz, en particular, se prepara para una “renegociación compleja”, con el objetivo de mantener el libre comercio en la región y fortalecerla frente a la competencia de potencias como China.