Aunque la baja porcentual es menor que la de otros estados, su magnitud es sensible para la economía mexicana debido al alto volumen que representa. Otros estados manufactureros importantes también sufrieron retrocesos: Chihuahua experimentó la mayor caída proporcional con un -6.5%, mientras que Guanajuato disminuyó un 3.1%.

En contraste, Nuevo León y San Luis Potosí lograron avances del 7.3% y 0.6% respectivamente, mostrando una disparidad regional en el impacto de los aranceles. Esta situación evidencia una recomposición sectorial donde el clúster automotriz muestra un “enfriamiento cíclico”, mientras que otros subsectores como el de equipo de cómputo y comunicación presentan un crecimiento espectacular, aunque no lo suficiente para compensar las pérdidas en los estados con alta dependencia automotriz.