“Nuestro argumento es comercial”, insistió Ebrard, destacando que la política arancelaria es una defensa necesaria para los empleos nacionales.

La propuesta, incluida en el Paquete Económico 2026, aplicaría las tasas máximas permitidas por la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La reacción internacional no se ha hecho esperar; China ya inició una investigación sobre el posible impacto de estos gravámenes. A nivel interno, analistas de Monex advierten que, si bien la medida podría beneficiar a la industria nacional a largo plazo, en el corto plazo generará mayores costos de producción, ya que sectores clave como el automotriz y el electrónico dependen significativamente de insumos chinos. Por su parte, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) ha manifestado que México debe mantenerse “abierto al comercio” y buscar acuerdos comerciales en lugar de imponer barreras.