La situación se agrava ante la inminente revisión del T-MEC.

El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) considera que este proceso es uno de los factores externos más retadores para la economía, ya que se anticipa una “renegociación más profunda” en lugar de una simple revisión. La industria automotriz teme un endurecimiento en las reglas de origen, lo que en la práctica funcionaría como una barrera arancelaria adicional, complicando el cumplimiento para mantener la exención de aranceles.