La cámara advierte sobre el contrabando “técnico” (subfacturación, clasificación incorrecta) y el “bronco” (entrada ilegal), fenómenos que ya se vivieron en el pasado cuando los aranceles eran excesivamente altos en sectores como calzado, textiles y juguetes. Ambos organismos coinciden en que, si bien la protección de la industria nacional es un objetivo válido, la estrategia arancelaria debe ser reconsiderada para evitar consecuencias adversas en la economía general.