Una de las medidas clave que apoyan es la exclusión de industrias sensibles del esquema de RFE. No obstante, la Asociación Mexicana de Agentes de Carga (Amacarga) ha expresado preocupaciones, advirtiendo que la reforma podría aumentar la carga de responsabilidades y los costos operativos para los agentes aduanales y las pymes, además de generar mayor burocracia y retrasos en las aduanas.