Wall Street registró sus caídas más pronunciadas en meses, mientras que el peso mexicano y los precios del petróleo se desplomaron, y el oro, como activo refugio, alcanzó nuevos máximos históricos. El anuncio del presidente Donald Trump sobre posibles aranceles del 100% a China provocó un desplome inmediato en las bolsas.

El S&P 500 y el Nasdaq sufrieron sus mayores caídas porcentuales diarias desde abril, perdiendo 2.71% y 3.56% respectivamente, borrando miles de millones de dólares en capitalización de mercado. El analista Ryan Detrick, de Carson Group, describió la reacción como una mentalidad de “vender primero y preguntar después para cerrar la semana”. La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) no fue inmune, retrocediendo y acumulando una caída semanal de 2.28%. En México, el peso se depreció significativamente, superando la barrera de las 19 unidades por dólar en ventanillas bancarias por primera vez en semanas, con una caída de 1.1% en el mercado mayorista. Esta volatilidad también se vio reflejada en las materias primas: los precios del petróleo cayeron más del 4%, con la mezcla mexicana alcanzando su menor cotización en cinco meses.

En contraste, el oro se consolidó como el principal refugio para los inversionistas, superando nuevamente los 4,000 dólares por onza y marcando un récord histórico. La posterior moderación en el discurso de Trump durante el fin de semana permitió una recuperación parcial, con los futuros de Wall Street rebotando y el peso mexicano recuperando terreno, demostrando la alta sensibilidad de los mercados a la retórica comercial.