“Nuestro objetivo es claro: que las bebidas sin calorías tengan un precio menor que las equivalentes con calorías”, afirmó Campa. Este movimiento responde directamente a la reforma del IEPS, que no solo incrementa el impuesto a bebidas azucaradas, sino que también establece un nuevo gravamen para aquellas con edulcorantes no calóricos.

Como parte del acuerdo, la empresa también reforzará sus políticas de publicidad responsable, eliminando la presencia de menores de 16 años en su publicidad y priorizando la promoción de sus versiones sin azúcar, como Coca-Cola Zero, que será el producto central de su comunicación rumbo al Mundial 2026.