Esta admisión, junto a la disposición de China para retomar el diálogo, ha fortalecido al peso mexicano.
En una entrevista con Fox Business Network, Trump declaró: “No es sostenible, pero esa es la cifra.
Me obligaron a hacerlo”.
Este cambio de tono representa una pausa en la agresiva política económica que ha caracterizado su administración y se produce tras meses de tensiones, agravadas por las restricciones de China a la exportación de tierras raras. La reacción de los mercados fue inmediata y positiva; el peso mexicano registró su mayor ganancia semanal desde septiembre, atribuida en parte a la especulación de que la tregua arancelaria, vigente hasta el 10 de noviembre, podría extenderse. Gabriela Siller, directora de análisis económico de Grupo Base, destacó que estos factores generaron confianza.
Casi al mismo tiempo, la agencia oficial china Xinhua informó que el país está dispuesto a retomar las negociaciones comerciales “lo antes posible”, tras una videollamada entre el vice primer ministro He Lifeng y el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent. Como señal de distensión, Trump confirmó que se reunirá con el presidente Xi Jinping a finales de mes en Corea del Sur, en el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), lo que podría marcar el reinicio del diálogo bilateral entre las dos economías más grandes del mundo.













