Una vez superado esto, ya habrá camino abierto y cielo despejado para lo que sigue”, expresó.

El directivo señaló que, a pesar de la incertidumbre, México sigue siendo un socio atractivo y sin un “competidor serio” en cuanto a su relevancia para el mercado de Estados Unidos. Sin embargo, factores como la reforma judicial y la inseguridad, aunque no han provocado desinversiones, sí representan un costo adicional y aumentan el ambiente de riesgo, obligando a las compañías a ser más cuidadosas con sus decisiones de expansión. Representantes europeos también pidieron mayor claridad en la regulación de sectores clave como el energético para concretar proyectos e inversiones, subrayando que las “buenas intenciones” deben traducirse en acciones prácticas y certidumbre jurídica para que la relación económica entre México y la Unión Europea se fortalezca.