Este cambio de tono ha sido interpretado como una señal de pragmatismo ante los altos costos económicos de una guerra arancelaria total.
En respuesta, Pekín ha mostrado disposición al diálogo.
Tras una videollamada entre el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng, se acordó realizar una nueva ronda de negociaciones en Malasia para evitar una mayor escalada. La atención de los mercados está ahora centrada en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Corea del Sur, donde se espera una reunión clave entre Trump y su homólogo Xi Jinping a finales de octubre. La posibilidad de un acuerdo, aunque sea parcial, ha generado optimismo y ha contribuido a la apreciación del peso mexicano al cierre de la semana. Sin embargo, la cautela persiste, ya que el propio Trump ha mencionado que "todo puede pasar y las tensiones podrían aumentar", lo que mantiene a los inversionistas en alerta ante cualquier cambio en la retórica o en las acciones de ambas potencias.













