La noticia ha generado gran preocupación por su impacto laboral, ya que la planta había llegado a emplear a más de mil trabajadores directos. Aunque la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) afirmó que el cierre no afectará la meta de producción nacional, su director, Odracir Barquera, reconoció que se esperan ajustes en las líneas de producción debido a las “presiones de aranceles”. COMPAS aseguró en un comunicado que cumplirá con todos sus compromisos contractuales, reafirmando su “plena solidez financiera y capacidad de pago”.