Este crecimiento se ha visto impulsado por firmas como MG, Chirey y BYD.
La nueva barrera arancelaria busca equilibrar la competencia con los fabricantes establecidos en la región de Norteamérica. El diputado federal Theo Kalionchiz, del PAN, mencionó que se está promoviendo un arancel del 50% para vehículos chinos no producidos en México, con la posibilidad de aumentarlo al 100% si persiste el desequilibrio comercial. El objetivo es “fortalecer la producción nacional y proteger la industria automotriz establecida en el país”.
Ante esta situación, fabricantes como Renault, que importa modelos de China y Corea del Sur, ya están evaluando sus fuentes de suministro globales. Jesús Gallo, director general de Renault México, comentó: “En el caso de Renault México tenemos la posibilidad de evaluar varias fuentes de surtimiento como Europa, Brasil, Colombia, Argentina y Corea, y en función de cómo esas normas se van a ir aplicando iremos tomando las medidas necesarias”. Los fabricantes de autos chinos han intentado diferenciar sus vehículos a gasolina de los eléctricos para que los primeros enfrenten un gravamen menor.













