Por su parte, Esteban Moctezuma, durante un panel del Milken Institute, calificó el progreso de las negociaciones como “muy saludable”, atribuyéndolo a que el diálogo ha considerado las necesidades de ambos países. Moctezuma contrastó el tono actual con el de la administración anterior, donde se mezclaban temas comerciales con seguridad y migración, generando roces.

Ahora, según el embajador, Estados Unidos reconoce los “enormes avances” de México en esas áreas, lo que facilita un ambiente de cooperación. El plazo para un acuerdo vence el 29 de octubre, y la expectativa es que se logre una resolución que evite una escalada arancelaria, consolidando la relación bilateral de cara a la revisión del T-MEC.