Desde el Congreso, el Partido Acción Nacional (PAN) ha impulsado la medida, proponiendo un arancel del 50% que podría incrementarse al 100% si persiste el desequilibrio comercial, con el objetivo de fortalecer la producción nacional y proteger a la industria establecida en el país. El ajuste arancelario pondría fin a la ventaja competitiva que permitió a una treintena de marcas chinas, como MG y BYD, crecer aceleradamente en México.