El ministro de Finanzas canadiense, François-Philippe Champagne, calificó estas acciones como “inaceptables y contravienen sus obligaciones legales con Canadá y los trabajadores canadienses”. La medida se enmarca en el esquema de “remisión arancelaria condicional” que Canadá implementó en abril de 2025, el cual contempla la posibilidad de aplicar aranceles del 25% a vehículos estadounidenses que no cumplan con el T-MEC, pero ofrece exenciones a quienes mantengan su producción local. El primer ministro, Mark Carney, reforzó esta postura al declarar: “Esto no se trata sólo de acuerdos incumplidos, sino de proteger la capacidad industrial canadiense. No vamos a permitir un acceso injusto a nuestro mercado mientras enfrentamos barreras para ingresar al de EU”.

La situación se agrava con la suspensión de negociaciones comerciales entre el presidente Donald Trump y Canadá, lo que genera un clima de incertidumbre en toda la región, aunque México, a través de la presidenta Claudia Sheinbaum, ha mantenido una postura de cautela.