Sin embargo, esta adaptación corporativa contrasta con el efecto directo sobre los consumidores.

Un análisis de Anan Bishara, fundador de Premium Guard Inc., revela que los aranceles están encareciendo significativamente las reparaciones de vehículos en Estados Unidos. Componentes como los convertidores catalíticos, que dependen de tierras raras mayormente provenientes de China, podrían duplicar su precio, pasando de 1,500 a más de 2,500 dólares. Lo mismo ocurre con piezas de desgaste como los discos de freno.

Esta situación evidencia que, aunque las grandes corporaciones logran ajustar sus operaciones para proteger sus márgenes, los aranceles finalmente se traducen en un mayor costo para el público, afectando su poder adquisitivo y generando presiones inflacionarias.