La situación ha forzado a las empresas a tomar medidas; se reporta que Volkswagen ha tenido que reducir su producción y está haciendo esfuerzos para evitar despidos masivos.
El desafío para la segunda mitad de 2025 es claro: mantener el dinamismo del sector servicios mientras se busca estabilizar a la industria automotriz, cuya recuperación es esencial para lograr un crecimiento sostenido y revertir el saldo negativo a tasa anual.












