Estas medidas fueron calificadas por el presidente estadounidense como parte de una reunión "asombrosa" donde se resolverían "muchos problemas". El anuncio generó alivio entre los exportadores chinos, como los fabricantes de juguetes de la provincia de Zhejiang, quienes habían visto suspendidos hasta el 30% de sus pedidos a Estados Unidos debido a los elevados aranceles.

William Ying, vicepresidente de Shiwanxin Technology, expresó que, aunque no esperan un auge repentino, "la estabilidad en sí misma es positiva".

Sin embargo, otros exportadores se mostraron más cautelosos, señalando que la inestabilidad arancelaria del último año los ha llevado a buscar otros mercados, como Latinoamérica y Europa, y que nada garantiza que la tregua sea permanente.