Por eso nosotros queremos un mejor acuerdo", declaró Sheinbaum.

La presidenta explicó que, aunque el gobierno de Donald Trump inició en enero, el impacto de los aranceles sobre los vehículos no se manifestó hasta el segundo semestre debido a los inventarios que mantenían las empresas. A pesar de reconocer el golpe económico, Sheinbaum aseguró haber dialogado con los principales fabricantes de autos y descartó que los cierres de plantas reportados recientemente estuvieran directamente vinculados a las tarifas, atribuyéndolos a decisiones previas sobre modelos que dejarían de fabricarse. "Ninguna empresa va a cerrar producto de esta situación, sino más bien se ajustó lo que pasó en el año, en el tercer trimestre", sostuvo. El gobierno mexicano, basándose en análisis de la Secretaría de Hacienda y el Banco de México, considera que la desaceleración será temporal y espera una recuperación en el último trimestre del año, apoyada por datos de empleo positivos y los planes de inversión pública y privada para 2026.