Esta desaceleración industrial se ha reflejado en cifras concretas de producción y exportación.

Por ejemplo, Volkswagen Puebla reportó una caída del 22% en sus exportaciones entre enero y septiembre de 2025, coincidiendo con la aplicación de las nuevas tarifas. A pesar de reconocer el impacto, la presidenta Sheinbaum aseguró que la situación es temporal y no provocará el cierre de plantas automotrices en el país. “Ninguna empresa va a cerrar producto de esta situación, sino más bien se ajustó lo que pasó en el año, en el tercer trimestre”, sostuvo. La mandataria expresó su confianza en una recuperación para el último trimestre del año, basándose en datos recientes de empleo y en los planes de inversión pública y privada proyectados para 2026. Sin embargo, la contracción del PIB, después de dos trimestres de leve crecimiento, evidencia la alta vulnerabilidad de la economía mexicana a las decisiones comerciales de su principal socio, poniendo en duda la capacidad del mercado interno para compensar las turbulencias externas y mantener un crecimiento sostenido.