Un ejemplo claro del impacto es el paro técnico que enfrentó la planta galvanizadora de Ternium en Monclova, Coahuila. Fuentes internas de la empresa vincularon la suspensión de operaciones regulares con los recientes aranceles aplicados a las importaciones de acero, lo que obligó a realizar ajustes en la producción.

A los trabajadores se les ofreció tomar sus vacaciones durante este período, mientras que el resto del personal fue enviado a paro, manteniendo solo un equipo reducido para labores de mantenimiento. Este tipo de interrupciones no solo afecta la producción, sino que también genera incertidumbre entre los empleados.

En un contexto más amplio, estos aranceles han alterado los flujos comerciales regionales.

Datos de Statistics Canada muestran que Canadá ahora importa más autopartes de México que de Estados Unidos, una dinámica influenciada por las tensiones arancelarias.

Ante esta situación, la industria automotriz canadiense ha expresado su preocupación y ha manifestado su interés en que la próxima revisión del T-MEC contemple la eliminación de estas tarifas sobre los metales.