Empresas de diversos sectores están trasladando su producción o buscando nuevos socios comerciales para evitar los gravámenes y mantener su competitividad.

Un caso destacado es el de IB Group, que comercializa marcas como Champion y Hurley en México. La compañía trasladó el 75% de su producción de calzado y ropa de China a Vietnam para esquivar los aranceles temporales de hasta 35% que el gobierno mexicano aplicó a textiles y calzado de países sin tratado comercial. Según Eduardo Castellanos, director de operaciones, esta decisión permitió proteger la rentabilidad sin elevar los precios al consumidor.

De manera similar, se observa que empresas chinas están buscando activamente asociarse con compañías mexicanas para operar como entidades locales y así evitar los aranceles estadounidenses.

Samuel Peña Guzmán, experto en Derecho Internacional, señaló que este modelo de "joint venture" permite a las firmas mexicanas acceder a capital y tecnología, mientras que las extranjeras se insertan en el mercado norteamericano. En el sector automotriz, Canadá ya importa más autopartes de México que de Estados Unidos, en parte debido a la dinámica arancelaria. Alejandro Meyemberg, director de Meyemberg International Group, subrayó que el T-MEC es clave para fortalecer estos lazos comerciales y que las empresas canadienses ven a México como un socio estratégico. Esta tendencia demuestra que los aranceles están funcionando como un catalizador para la regionalización y la diversificación de las cadenas productivas, con México y Vietnam emergiendo como destinos atractivos.