Por otro lado, los aranceles que México ya aplica a productos de países sin tratado comercial, como China, están teniendo consecuencias tangibles. La empresa IB Group, que comercializa marcas como Champion y Hurley, ha trasladado su producción de textiles y calzado de China a Vietnam. Según Eduardo Castellanos, director de Operaciones de la compañía, este movimiento estratégico les permitió esquivar el arancel del 35% y las cuotas compensatorias aplicadas al calzado chino, protegiendo así su rentabilidad sin necesidad de elevar los precios al consumidor final. Este caso ilustra cómo las políticas arancelarias mexicanas están incentivando a las empresas a buscar alternativas de producción en países con preferencias arancelarias, redefiniendo las cadenas de suministro que abastecen al mercado nacional.