La decisión busca proteger la industria nacional, pero amenaza con encarecer los precios para el consumidor y frenar la transición hacia la electromovilidad.

Esta medida proteccionista, según la consultora Urban Science, afectará directamente al mercado de vehículos ecológicos, que podrían encarecerse entre un 5% y un 8%. Este posible aumento de precios contrasta drásticamente con la tendencia reciente, ya que entre 2021 y 2024, la competencia de las automotrices chinas provocó una reducción del 37% en el precio de los autos eléctricos en México, mientras que los de gasolina se encarecieron un 24%. Marcas como BYD se posicionaron como líderes de ventas, democratizando el acceso a esta tecnología.

Eric Ramírez, gerente para América Latina de Urban Science, señaló que, aunque fabricantes y distribuidores intentarán absorber parte del costo, un alza en el precio final es inevitable. Por su parte, Eugenio Grandio, presidente de Electro Movilidad Asociación (EMA), expresó una gran preocupación, afirmando que la medida es perjudicial para la sociedad.

“Si un conductor de DiDi, una empresa o un estudiante tenían contemplado comprar un Dolphin Mini de BYD o un JAC, terminarán comprando uno de gasolina.

Ahí perdemos todos como sociedad”, advirtió Grandio, quien además teme que los fabricantes no afectados por el arancel también suban sus precios al disminuir la competencia.