La presión proviene de aranceles de hasta el 25% que Estados Unidos aplica a vehículos que no cumplen con las reglas de origen del T-MEC.

Esto ha resultado en una notable desaceleración del sector.

En octubre, la producción de vehículos ligeros cayó un 3.72% y las exportaciones un 5.45% a tasa anual, sumando tres meses de retrocesos. En el acumulado de enero a octubre, la producción bajó un 0.69% y las exportaciones un 1.45%. Las armadoras en Puebla, Volkswagen y Audi, han sido particularmente afectadas, con caídas en sus exportaciones de 19.5% y 4% respectivamente en los primeros diez meses del año. Por su parte, Honda recortó su previsión de ganancias para el año fiscal, citando un impacto de 2,600 millones de dólares por los aranceles estadounidenses y ha sufrido paros en su planta de Guanajuato por la escasez de chips, una situación agravada por tensiones geopolíticas entre China y Países Bajos. Rogelio Garza Garza, presidente de la AMIA, alertó que “en el retador contexto actual de la coyuntura arancelaria con Estados Unidos y la próxima revisión del T-MEC, situaciones como estos bloqueos comprometen la certidumbre jurídica de las operaciones de la industria automotriz global establecida en México”.