La creciente presencia de marcas chinas en México, que han ganado terreno con precios agresivos, se vería directamente afectada. Además de los vehículos, la reforma impactaría a los sectores textil y del calzado, que también enfrentan una fuerte competencia de las importaciones asiáticas. La discusión de este arancel se da en un contexto donde empresarios de la Ciudad de México han solicitado medidas más drásticas, como un arancel del 100% a productos chinos para combatir lo que consideran una “invasión” y la informalidad. La aprobación de esta medida en diciembre marcaría un giro proteccionista en la política comercial mexicana, con el objetivo de equilibrar la balanza comercial y proteger la producción interna.