La Coparmex, presidida por Juan José Sierra, ha manifestado su preocupación, señalando que incrementos abruptos en productos con alta participación de importaciones “provocaría presiones inflacionarias innecesarias, afectando la estabilidad económica, limitando el consumo y dificultando los esfuerzos por reducir la pobreza”. La medida, aunque bien intencionada para proteger a los fabricantes nacionales, podría fortalecer el contrabando, que ya representa cerca del 30% del mercado, y dejar a los consumidores con menos opciones y precios más altos.