Ante la presión de las políticas arancelarias de Estados Unidos, la industria automotriz en México está implementando diversas estrategias para mantener su competitividad, incluyendo la exploración de alianzas entre competidores y un mayor enfoque en la proveeduría local. Estas medidas buscan ajustar las cadenas de suministro y mitigar el impacto de los costos adicionales. Una de las respuestas más notables es la evaluación de una posible asociación estratégica entre Nissan y Honda, según declaró el CEO de Nissan, con el fin de enfrentar conjuntamente el impacto de los aranceles impulsados por el presidente estadounidense.
Esta colaboración entre rivales históricos subraya la magnitud del desafío que representan las políticas proteccionistas.
Paralelamente, se ha consolidado una tendencia hacia el fortalecimiento de las cadenas de suministro locales. Georgina Franco, del Grupo Empresarial Camarguense, señaló que “las empresas ya consumen todo local y se buscan las estrategias para evitar la mayor parte de los aranceles”, una práctica que se ha intensificado desde el primer mandato de Trump. Esta relocalización de la proveeduría no solo reduce la exposición a tarifas, sino que también fortalece la economía interna. Una encuesta de la firma Kelly confirma esta tendencia, revelando que el 66.8% de los líderes del sector automotriz prevé que los aranceles afectarán significativamente sus costos. Como resultado, las principales medidas adoptadas son la revisión y ajuste de cadenas de suministro, la implementación de nuevas estrategias financieras y fiscales, y cambios logísticos para optimizar operaciones.
En resumenPara contrarrestar el impacto de los aranceles estadounidenses, la industria automotriz mexicana está adoptando medidas estratégicas como la posible alianza entre Nissan y Honda, y un aumento significativo en el consumo de proveeduría local. Estas acciones buscan reconfigurar las cadenas de suministro y proteger la competitividad del sector ante el nuevo entorno comercial.