Las principales marcas, como Kenworth, Freightliner e International, están adaptando sus estrategias para mitigar el impacto en sus costos y cadenas de suministro. Las medidas proteccionistas del gobierno estadounidense, que entraron en vigor en noviembre de 2025, han alterado el equilibrio comercial en América del Norte. La industria de vehículos pesados, que en México es el principal exportador mundial de tractocamiones, resiente un arancel del 25% sobre los camiones fabricados en el país y exportados a Estados Unidos, además de tarifas sobre el acero y el aluminio. Como consecuencia, la producción se ha visto afectada; por ejemplo, Kenworth reportó una caída del 7.3% en su fabricación entre enero y agosto de 2025.
Para hacer frente a estos costos adicionales, las empresas están reconfigurando sus cadenas de suministro, buscando un mayor uso de insumos norteamericanos para cumplir con las reglas de contenido regional del T-MEC y así obtener exenciones. Marcela Barreiro, CEO de Daimler Truck México (fabricante de Freightliner), señaló que los aranceles son “controlables” si se cumple con dicho contenido regional.
Esta estrategia ha llevado a que empresas en regiones como Camargo incrementen su consumo de productos locales. A pesar de estas adaptaciones, el sector enfrenta un panorama de incertidumbre, como lo señaló la Asociación de Industriales y Empresarios de Ramos Arizpe (AIERA), que calificó el 2025 como un año “económicamente complejo” debido a estos factores geopolíticos y comerciales.








