Esta ventaja comparativa ha permitido a México consolidar su posición en el mercado norteamericano.

Datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) refuerzan esta perspectiva, mostrando que la participación de México en las importaciones totales de EE. UU. creció del 14.5% al 15.5% en julio de 2025, mientras que la de China disminuyó. Pese a esta posición favorable, la incertidumbre persiste; una encuesta de HSBC revela que el 34% de las empresas en México aún anticipa impactos negativos derivados de la “incertidumbre arancelaria”, un porcentaje superior al promedio global, y la volatilidad generada por la política comercial de Trump sigue siendo un factor de riesgo para la inversión extranjera.