Sin embargo, México ha mostrado una fortaleza inesperada.

En un giro notable, el país se convirtió en el principal comprador mundial de productos estadounidenses y, simultáneamente, en su mayor proveedor, superando a China y Canadá. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, aseguró que México se encuentra en una mejor posición que otros socios comerciales: “Nosotros tenemos mejor condición que Brasil y que Canadá”. Según Ebrard, el 85 % de las exportaciones mexicanas ingresa libre de arancel a Estados Unidos, y el 15 % restante lo hace con un arancel del 25 %, condiciones más favorables que las enfrentadas por otras naciones.

Esta dualidad define el panorama actual: mientras la presión arancelaria genera costos y frena inversiones en sectores específicos, la macroeconomía comercial de México con su vecino del norte se ha fortalecido.