Sin embargo, el efecto en el precio final podría no ser tan drástico como se espera.

Eric Ramírez, director regional de Urban Science LATAM, estima que un arancel del 50% podría traducirse en un aumento de solo el 5% para el consumidor, ya que las empresas chinas, con un exceso de capacidad productiva de unos 3 millones de autos al año, tienen margen para absorber gran parte del costo con tal de colocar sus unidades. Esta capacidad de absorción plantea un dilema sobre la efectividad real de los aranceles para frenar la penetración de estas marcas, mientras la industria nacional y los socios del T-MEC observan de cerca los próximos pasos del gobierno mexicano.