Los mercados bursátiles a nivel mundial concluyeron la semana con movimientos mixtos, reflejando la cautela de los inversores mientras procesan los últimos datos económicos de Estados Unidos. La interacción entre una inflación controlada y un mercado laboral en deterioro está moldeando las expectativas sobre las futuras decisiones de la Reserva Federal. El comportamiento de las bolsas globales fue divergente. Mientras los mercados asiáticos cerraron con ganancias notables, con el Nikkei de Japón avanzando un 0.89% y el Han Seng un 1.16%, en Europa el sentimiento fue más pesimista, con el índice Euro Stoxx 600 registrando un ligero retroceso del 0.05%. En Estados Unidos, los futuros de los principales indicadores apuntaban a una apertura dividida, destacando la baja del 0.11% en los del Dow Jones. Esta disparidad responde a la interpretación de los recientes datos económicos estadounidenses.
Por un lado, la inflación medida por el CPI, aunque repuntó, se mantuvo en línea con las previsiones del consenso, aliviando temores de una escalada de precios. Sin embargo, el dato más influyente fue el “grave deterioro del mercado laboral”, evidenciado por las solicitudes de subsidio por desempleo que alcanzaron su nivel más alto en casi cuatro años.
Paradójicamente, esta mala noticia para la economía fue interpretada como una buena noticia para los mercados, ya que refuerza la expectativa de que la Reserva Federal se verá obligada a intervenir. Como señalaron los especialistas de Monex, “los inversionistas reafirmaron sus expectativas de recortes por parte de la Reserva Federal en sus últimas tres reuniones del año”. Esta dinámica, donde los signos de debilidad económica alimentan la esperanza de estímulos monetarios, dominó el sentimiento del mercado al cierre de la semana, explicando la cautela y los movimientos mixtos observados.
En resumenEl desempeño mixto de los mercados accionarios globales fue una consecuencia directa de las señales económicas contradictorias de Estados Unidos. Mientras los mercados asiáticos mostraron optimismo, Europa y los futuros de Wall Street reflejaron incertidumbre. El factor clave fue el debilitamiento del mercado laboral, que consolidó las apuestas de los inversores por recortes inminentes de tasas por parte de la Fed, eclipsando las preocupaciones sobre la inflación.